La rehabilitación a veces se puede sentir como un proceso lento y tedioso, además las obligaciones laborales y familiares pueden ocupar su tiempo por completo, dejando muy poco espacio para visitas constantes a la clínica o fisioterapeutas. Por suerte, existen una variedad de ejercicios de rehabilitación que pueden ser realizados en casa, así como una amplia selección de herramientas de bajo costo que pueden ayudarle en su viaje a la rehabilitación total.

El elemento más importante para recuperar la fuerza y la movilidad es la constancia con la que se haga el programa, y no tratar de excederse en el esfuerzo, sino aplicar la cantidad justa para optimizar el proceso de sanación.

Existen una serie de principios en la terapia física que pueden ser aplicados a su rehabilitación en casa, ayudando a complementar y acelerar su proceso de recuperación. Sin embargo, antes de comenzar con cualquier programa, es importante contar con la aprobación de su médico.

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El primer paso en el proceso de rehabilitación es recuperar el rango de movimiento en el área afectada. Los expertos lo recomiendan incluso para heridas graves, ya que es necesario para pasar a la fase de fortalecimiento.

Aunque pueda parecer contraproducente, el movimiento es fundamental para su recuperación. Con una herida, la fuerza del tejido disminuye a un ritmo de 3 a 7% diariamente. Ejercer movimiento de la forma adecuada avanza el proceso de sanación y aporta beneficios mentales, ya que la gente que se mantiene en estado de reposo constante presenta otras complicaciones.

Al comenzar el proceso de rehabilitación y empezar a ver progreso, puede sentirse tentado a hacer más de la cuenta. Si usted suele practicar deportes o asistir al gimnasio, las limitaciones pueden crear mucha frustración. No obstante, es crucial que se fortalezca y sane por completo antes de retomar su rutina normal. Utilizar ejercicios alternativos con equipo de recuperación le ayudará a mantenerse en forma durante su proceso de rehabilitación.

Escuchar a su cuerpo le ayudará a saber que tan bien está respondiendo a la terapia, y le servirá como guía para aumentar la intensidad de los ejercicios, ya sean los de su rutina normal o los asociados a la rehabilitación.

Las herramientas para realizar ejercicios y estiramientos son uno de los mejores complementos para su recuperación. Elegir la herramienta adecuada le permitirá trabajar sobre la zona afecta de una forma más precisa, incrementando la efectividad del tratamiento.

Rodillo de espuma

Es uno de los equipos que ha ganado más popularidad en los últimos años. Su uso permite trabajar en la articulación alrededor del área afectada. Se emplea aplicando presión suave sobre el área herida. Está bien sentir algo de incomodidad durante el proceso, siempre y cuando esta no supere un 4 o 5 en una escala de 10.

Se deben encontrar los puntos de mayor incomodidad y presionar suavemente con el rodillo en la extremidad afectada, extendiendo la presión por las zonas que rodean la herida. Las áreas que se tratan con el rodillo de espuma incluyen abductores, femorales, espalda, cuádriceps, glúteos y espalda, así como también puede utilizarse para trabajar el rango de movimiento.

Cinta de estabilidad

Este producto es usado frecuentemente en kinesiología. Ayuda a mejorar la circulación, reducir el dolor, activar los músculos y reducir la hinchazón. Es especialmente efectivo en articulaciones como los tobillos y rodillas. Se recomienda el uso durante un par de semanas para el fortalecimiento del área afectada.

Bandas de resistencia

Uno de los equipos más prácticos y económicos que al mismo tiempo da algunos de los mejores resultados. Al ocupar poco espacio, pueden ser llevados a cualquier lugar, ayudando a mantener la constancia en el tratamiento. Usualmente vienen en combos, con diferentes niveles de resistencia. Son excelentes para tratar el rango de movimiento y fortalecer músculos aislados, como el manguito rotador del hombro, tobillos o rodillas.

Cinta de estiramiento

Ayudan al paciente a realizar movimientos para los cuales usualmente necesitaría otra persona, enfocados en estirar las partes afectadas, incrementando el rango de movimiento y ayudando a realizar ejercicios funcionales.

Pesas de puño

Son una buena alternativa para las personas con artritis o problemas de agarre. Se usan para el fortalecimiento de las articulaciones en las muñecas y tobillos, se pueden utilizar con otros ejercicios para hacerlos más desafiantes e incrementar la fuerza.

Debido a que la frustración y el ajuste a un nuevo estilo de movimiento son dos de los retos más usuales durante la rehabilitación, enfrentarse al proceso con la mentalidad adecuada hará que su viaje hacia la recuperación sea mucho más llevadero.

Algunas prácticas que ayudan a fortalecer la mente durante el proceso de recuperación incluyen:

Mantener un diario

A veces puede sentir que el proceso está siendo muy lento, mantener un diario le ayudará a tener una perspectiva más objetiva. Puede hacer registro de la duración de sus dolores y cómo van disminuyendo, así como el progreso de su actividad física, la duración de los entrenamientos y aumentos en fuerza. Ver su progreso reflejado con indicadores reales le ayudarán a mantener e incrementar la motivación.

Compensar por la actividad perdida

Una lesión no significa que tenga que dejar de ejercitarse por completo. Dependiendo de dónde haya ocurrido, puede enfocar su entrenamiento más en el tren superior o inferior, acorde a sus necesidades, mientras deja los ejercicios de rehabilitación para la parte afectada.

Establecer metas alcanzables

Recuperar la fortaleza y movilidad que tenía antes de la lesión puede parecer abrumador. Segmentar la meta final en pequeños objetivos más alcanzables contribuirá a mantener la motivación y hacer la rehabilitación mucho más llevadera.

Meditación

Aunque no se considera una actividad física, los beneficios de la meditación para la mente y salud general están vastamente comprobados. Puede usar meditaciones guiadas si encuentra difícil concentrarse por varios minutos, ayudando a controlar el estrés y calmando el sistema nervioso.

El trabajo de rehabilitación es un esfuerzo integral. Combinar el trabajo del terapeuta con ejercicios en casa que ayuden a su recuperación y el uso de las herramientas adecuadas, asegurarán que obtenga los mejores resultados posibles. Recuerde que, al igual que la zona afectada, la mente también necesita fortalecerse para afrontar el reto de adaptarse a una nueva rutina mientras recupera la capacidad de moverse que tenía previa a la lesión.